Lady Chiles, la ineptitud con más de 25 ingredientes.

Por: Claroscuro

Y como si fuera plaga de gente inepta, una nueva mujer a la que ahora se le conoce como Lady Chiles, se incorpora al selecto grupo de “ladies” que haciendo uso de su selecto poder económico busca humillar a personas de clase social baja, es decir, nuestros queridos iguales; ya que recuerdo, no vivimos en Bélgica he…

Ésta “distinguidísima” mujer, llamada Adriana Rodríguez de Altamirano, junto con su “distinguidísimo” esposo, tomaron un vídeo en el que acusaban a una mujer que trabajaba en su “distinguidísima” casa, de robarse un “distinguidísimo” chile en nogada de 25 fabulosos ingredientes.

Por si fuera poco, lo publicaron en su cuenta de Facebook, con la finalidad de “exhibirla”. Aunque no contaban que vivimos en un país donde la extrema pobreza es el común denominador, y los exhibidos en su patética actitud, serían ellos.

Durante el vídeo, esta fulana denigra a la persona que trabaja al parecer, recogiendo todo lo que su “familia real” hace mierda, y la acusa de ladrona bajo la observación de que “nadie se come dos chiles en nogada”. Y además, le espeta que ella no alimentará a toda la familia de la empleada, ya que esta argumenta que se lo llevaba a su hijo.

Creo que la ñorita esta, no ha visitado ninguna de las colonias en la que pululan personas hambrientas, y se comerían seguramente todo su refri lleno de suculentos manjares de muchos ingredientes.

Hasta la fecha del cierre de esta edición, la “respetable” señora, ya se dio cuenta que hizo un cagadero con su prepotencia, y luego de lograr más de 4,000 reproducciones, y protagonizar un hashtag, dio de baja su cuenta de Facebook.

Dadas las circunstancias, este medio está organizando una humanitaria colecta de chiles rellenos de saludos a su jefa, para que no le falte el chile de cada día, no vaya a ser que sus nobles y nutridos cuerpos, empiecen a palidecer por falta de alimento. Lo invitamos a ser parte de esta labor altruista que seguramente le llegará a la familia real, para deleitar su respetable ego dañado por sus propias pendejadas.