Por
Mimo Infernal
En
este lugar en el que vivimos, casi olvidado por dios, aún nos
queremos hacer un poquito más grandes, resaltar entre las granes
metropolis, políticas, sociales y turísticas que rodean a la
capitál industrial del estado de Coahuila, y, sinceramente para
todos los políticos, gobiernos municipales y estatales, la mejor
forma de mostrar su "ostentocidad", es durante las celebraciones de la
conmemoración del Inicio de la Independencia.
Oh,
y hay que decirlo, este año nuestor querído Torreón se lució de
manera espectacular trayendo a la vieja rockera, Alejandra Guzmán
para que desentonara un rato frente a más de 75 mil asistentes que
se presentaron a la explanada de la Plaza Mayor a dar el “visto”
a las celebración de las fiestas patrias en la Laguna de Coahuila.
Pero...
¿qué tiene esto que ver con el título? Oh, tranquilo pequeño
traga ceso, a eso voy: Sabemos que la heredera de Enrique Guzmán y
Silvia Pinal no debe de cobrar “muy barato que digamos” y mucho
menos teniendo tan exitosa carrera musical, sus precios no deben de
ser nada baratos. El Gobierno del Estado actualmente no tiene muchos
recursos ni justificantes para conseguir más recursos del Federal, y
mucho menos cuando Javier Villareal, ex-tesorero del Estado, ligado
fuertemente con el endeudamiento de Coahuila por el ex-gobernador,
Humberto Moreira, confesó por fin ser culpable de lavado de dinero.
Por
otra parte, quienes son propietarios de un vehículo el cual está
adornado en su defensa por una placa de la Organización Nacional
para la Protección al Patrimonio Familiar, mejor conocida como
ONAPAFFA, saben perfectamente del peligro que se corre al andar
sueltos e impunes en Torreón con un carro chocolate, que anda en
ligero orden con sus papeles y que para acabarla de chingar, no está
pagando impuestos. Ellos saben que el peligo está en ser detenido
por ninguna razón en especifico, siendo la inseguridad la primera
justificación de la Dirección de Seguridad Pública Municipal y
también de la Secretaría de Finanzas.
Y
es que desde el pasado martes 9 de Septiembre, se comenzaron a
colocar retenes de manera aleatoria por toda la ciudad, con la única
intención de robarle su patrimonio y a veces, único vehículo a
personas que cuenten con placas ONAPAFFA .
El
decomiso, puesto en marcha gracias a la “oportuna” acción del
gobierno Estatal, obliga a los contribuyentes, cuyos vehículos hayan
sido robados, al pago de los derechos vehiculares, además de hacerlos pagar sus impuestos correspondientes. El gobernador del
Estado de Coahuila, Ruben Moreira, asegura que no se trata de una
táctica de recaudación, sino a un clamor de seguridad.
Mientras
tanto, el líder de ONAPPAFA, José Guadalupe Barrios, detalla que se encuentra en
negociaciones con el gobierno del estado. El pasado lunes 15 de
Septiembre llamó a una reunión para todos aquellos que forman parte
de la organización, y pidió de manera atenta que los vehículos
“fueran movidos lo menos posible” para así evitar el decomiso, además de que se tomarán medidas de rebelión pacifica, haciendo marchas y tomando edificios públicos abanderando su causa.
El
caso del decomiso de vehículos es algo que ya de por sí obedece a
una acción anti constitucional, el gobierno y los policías hoy
optan por la recaudación de recursos de una manera más...
“grosera”. Personalmente pienso que todos aquellos que tengan la
mala fortuna de ser detenidos y no tener sus papeles en orden, deben
negar el bajar de su vehículo o entregar las llaves, pues, este tipo
de acciones, aunque ya comunes en la región, regularmente tienen un
aviso de mínimo un par de semanas. No queda más que decirles que
tengan cuidado y que cuiden muchísimo su coche.
PD.
Ahí está su pago, señora Guzmán, se jodió mínimo a 30 familias
laguneras.
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