Por
Mimo Infernal
Hoy
en día es muy difícil poder hablar de un arte serio con cualquier
persona. Los tiempos en los medios artísticos han cambiado tanto que
es simplemente increíble poder encontrar a alguien que guste de la
música hecha con las manos y un instrumento y no con la computadora.
Sí, sé que probablemente piensen que lo digo como si fuera un
anciano que ha vivido muchos años escuchando música bien hecha. La
verdad es que no.
Sin
embargo, pertenezco a una generación de imbéciles que simplemente
prefieren más que escuchar, la música que mientras más simple y
más ritmo repetitivo de 4/4 tenga, mucho mejor. ¡Oh! Olvidaba que
tienes que ser interpretada por alguien que tenga muy buena
apariencia física, o que por lo menos la aparente con vestuarios tan
provocadores que habrían nacido solamente en la imaginación de
algún pervertido japonés.
¿A
qué diablos voy con todo esto? Pues bien, resulta que el pasado
martes 16 de Septiembre, la señorita twerking/controversia, Miley
Cyrus, tuvo una presentación en Monterrey, Nuevo León, apareciendo
en la Arena que lleva el nombre de la ciudad. Sé que no es nada del
otro mundo, pseudo artistas llegan a México varias veces al año.
En
esas fechas del año, las chavitas -y algunos chavitos- se vuelven
locos tras conseguir un boleto para el espectáculo de su cantante extravagante favorito. Apuesto que alguna vez has visto por lo menos
una fotografía de una mano de niña con barniz de uñas sosteniendo
uno de estos prestigiosos pedacitos de papel.
Continuando
con la historia, el espectaculo de Cyrus se desarrollaba con las muy
normales atrocidades, escupitajos de agua y tabúes sexuales que lo
caracterizan, cuando durante una de sus canciones, uno de los
bailarines sacó una bandera mexicana y la restregó por un trasero
gigante artificial que la pseudo-artista utilizaba, bandera que más tarde
fue utilizada como látigo por el mismo bailarín para azotar a la
artista
Cuando
esto sucedía, un extraño y perturbador, pero no total silencio se
escuchó de parte del publico. Algo no andaba bien, pero no era en el
espectáculo de Cyrus, que mientras el público veía con cierta
repugnancia, otros con asombro y algunas niñas seguías gritando
como desquiciadas, alguien que no estaba entre el público se percató
de la acción de esta cantanta.
Por
sus acciones, Miley será demandada por parte de la Secretaría de
Gobernación, órgano federal que encontró a Cyrus culpable de
romper algunas leyes de la Ley Sobre el Escudo, la Bandera y el Hímno
Nacionales. #OMG
La
demanda procedió y el jueves por la mañana las noticias ya corrían
con la información: SEGOB exigiría a la cantanta americana una suma
de más de $16.00.00 -moneda nacional- además de rendir cuentas y
pagar 36 horas de cárcel.
Suena
justo... Si fuera ciudadana mexicana. El problema está en que la
cantidad con las que SEGOB planea demandar a Cyrus no es más que un triste estornudo. Hasta creo que abrir una cerveza con la boca
arruinaría mucho más sus dientes que las tristes 36 horas dentro de
una cárcel de México.
Ideas
demarketing las hay por todos lados, pero hablar del agente de Cyrus
es hablar deun genio tanto de la creatividad como de la
economización: Aprovechar y explotar la ruptura emocional de una
jovencita con un potencial talentóso altísimo fue algo increíble.
No, realmente no todos los agentes, managers ni productores hacen
eso, la mayoría sí quiere a los artíitas a quienes están
manejando y creen verdaderamente en su talento mientras la disquera
para las que trabajan le dice que hacer. Sin embargo, Cyrus es un
caso especial. La imagen que ella carga desde los MtV VMA's del 2013
no la pueden empeorar muchísimo más.
Otras
cosas además como lanzar escupitajos de agua al público, hacer un
twerking tan masivo que nadie puede creerlo, insultar a los fans, e
incluso, fumar marihuana arriba de un escenario en vivo han ido sólo
algunas de las peripecias que la cantante de “Werecking Ball” ha
cometido. Su imagen se paga sola con sus personalidad explosiva y
comportamiento borracho/drogadi-nfantil, y por supuesto, como
cualquier agente de la imagen publica, el manager de Miley Cyrus
sabe que NINGUNA publicidad es mala.
Personalmente
podría creer que las acciones de Miley hirieron en lo más profundo mi espítiru patriótico, pero decirlo sería una enorme mentira y no
me gusta mentir... A veces. El punto es que si el mío no se hirió,
el de casi todos los mexicanos no tendría porque arrugarse. Tomando
en cuenta lo sucedido el pasado 15 de Septiembre en el Zócalo, dudo
que les haya importado mucho
.
Personalmente
creo que no es necesario voltear a ver hechos así, sino fijar
nuestra mirada en hechos mucho más importantes, sino quien pierde,
somos nosotros. Mientras tanto, Cyrus gana con los periódicos
publicidad gratuita, su imagen y su noticia se difunden, y en
cuestión de minutos, su propio show ganó el dinero para pagar su
multa. Qué triste.
CREDITOS: Más que evidente.
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